Oilers en Panthers | Resumen | SCF, Juego 6

La palabra Dinastía, regresa al mundo de la NFL. Y es que en su tercera final de forma consecutiva, los Florida Panthers lograron defender su título, para alzar la Stanley Cup por segundo año en fila, luego de vencer 5-1 a los Edmonton Oilers en el Juego 6, para de esa celebrar otra vez en su casa, la Amerant Bank Arena.

A nivel individual, la noche perteneció a Sam Reinhart, quien se convirtió en el primer jugador desde 1957 (Maurice ‘Rocket’ Richard), que logra marcar cuatro goles en un juego de la Final de la Stanley Cup y con esa cantidad, empató la mayor cifra de la historia en una serie por el campeonato de la NHL.

“Se trata de tener una mentalidad enfocada en luchar. No es fácil llegar a finales de forma consecutiva, es más, son cosas que a veces te benefician y otras veces no. Muchas cosas te tienen que salir bien y me alegra que pudimos completar la tarea una vez más”. Expresó Reinhart.

EDM@FLA J6: Reinhart se crece en el Juego 6

Sam Reinhart terminó la serie con una racha de cuatro partidos con al menos un gol, para totalizar siete en ese lapso. Tal cantidad, fue la cadena más larga para cualquier jugador en una final en los últimos 40 años y empató la mayor cifra en la era de expansión de la NHL (desde 1968), igualando a Wayne Gretzky (7 en 1985) y Mike Bossy.

La otra figura en lo individual fue el portero Sergei Bobrovsky, quien detuvo 28 de los 29 tiros que recibió. “Lo primero que quiero hacer es darle la gloria al DIOS padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Es un momento para ser humilde y por eso le dediqué este partido a la gloria de DIOS, dándole gracias a él por todo. Por mis padres, mi esposa, mis dos hijas y éste equipo que se ha convertido en mi familia”, señaló el guardameta, quien mejoró su récord a cinco triunfos y sólo dos derrotas en calidad de local, durante la Final de la Stanley Cup.

Cronología de los goles

Parecía que la historia estaba escrita y los Panthers salieron inspirados por el integrante del Salón de la Fama, Roberto Luongo, quien al igual que el Juego 7 de la final del año pasado, fue el encargado de hacer sonar la tambora previo al partido. Después de cinco paradas del portero Sergei Bobrovsky, los locales se fueron arriba en apenas su primer tiro a puerta.

Todo ello gracias a un Sam Reinhart que salió desde la banca con la misión de robar el disco, lo cual cumplió y luego, pese a la presión de dos defensas, logró elevar el disco con potencia para vencer al guardameta rival, Stuart Skinner con el 1-0 a los 4:36 del segmento inaugural.

El gol de Reinhart despertó una intensidad en el resto de sus compañeros y lo que fue una embestida sin piedad de los Panthers terminó con el segundo gol de los locales, gracias a una espectacular jugada de Eetu Luostarinen, quien arrastró la marca para luego entregarle el disco a un Matthew Tkachuk que aprovechó el espacio y sacó un disparo potente desde la media distancia para marcar el 2-0, llegando a 23 puntos en la postemporada, cifra con la que lidera a Florida.

FLA@EDM: Panthers aumentan la ventaja

Pero Reinhart volvió a ser protagonista en el segundo período, a pesar que al inicio de la jugada, todo parecía ser inocente. Y es que Carter Verhaeghe mandó un tiro de larga distancia que se estrelló en el pecho del portero Skinner, quien prácticamente le regaló el disco a un desmarcado Aleksander Barkov, quien mandó el centro para Reinhart y este no desperdició la oportunidad de marcar el 3-0 con la red abierta a los 17:31 del segundo segmento.

La alegría en las gradas de la Amerant Bank Arena se convirtió en algo extra para los Panthers. Y es que con 12 minutos por jugar, los aficionados comenzaron a corear el nombre de Bobrovsky con el cántico “Bobby, Bobby”. Más tarde, los gritos cambiaron, para decir “We Want The Cup” (“Queremos la copa”).

Motivado por la desesperación o por buscar una reacción sin precedentes. El entrenador de los Oilers, Kris Knoblauch sacó al portero Skinner para contar con un atacante extra. No obstante, la estrategia no fue acertada y Sam Reinhart aprovechó la red vacía para marcar su tercer y cuarto tanto de la noche, prendiendo la fiesta en Florida, llegando a 11 anotaciones, además de 23 puntos en playoffs para empatar el liderado del equipo.

Si bien, los Oilers consiguieron un gol a través de Vasily Podkolzin, a los 15:18, no hubo tiempo para remontadas milagrosas o regresos espectaculares, gracias a una clínica defensiva de los Panthers en el tercer período, capitalizada por un Bobrovsky que detuvo ocho tiros antes de que sonara el cornetazo que oficialmente, coronó a Florida como el mejor equipo en la NHL, por segundo año consecutivo.

Poco más de ocho meses después de izar la bandera de la Stanley Cup 2024 como símbolo de redención en honor al "equipo que conquistó la contienda", los Panthers hicieron honor a su autoproclamado nuevo estándar de hockey en el sur de Florida al conseguir su segundo campeonato consecutivo. Florida se convirtió en la décima franquicia en la historia de la NHL en repetir como campeón, con equipos del "Estado del Sol" en cada una de las dos últimas ocasiones (Tampa Bay Lightning).

Las palabras del Comisionado de la NHL, Gary Bettman, sirvieron para sellar el dominio de los Panthers por segunda ocasión en fila. “Aleksander Barkov, hagamos esto de nuevo”. Y fue así, como el finlandés se convirtió en el primer capitán nacido en Europa, en levantar la Stanley Cup en años consecutivos.

“Mi enfoque siempre ha sido en hacer todo lo mejor posible. A veces toca defender, otras rematar y estar en la zona rival. Tengo a un equipo increíble que me respalda, lo cual me hace muy afortunado porque sea lo que sea, siempre están allí para prestar ayuda”, enfatizó Barkov.

En el caso de Brad Marchand, la copa terminó con 13 años de sequía y el dolor de perder dos finales, antes de regresar a la gloria. “Es un sentimiento que de verdad no se puede describir. Alzo la mirada y veo a mi familia, a las personas que me han apoyado para llegar a este punto. Este es un grupo increíble, nos dieron por eliminados en cada ronda, pero nosotros nunca dejamos de luchar”, señaló el delantero quien marcó seis goles en la final ante los Oilers.

Por supuesto, la noche no podía terminar sin la reflexión del entrenador Paul Maurice, quien fiel a su estilo directo, enfatizó. “Creo que hicimos nuestro trabajo”. El estratega, ahora dos veces campeón de la NHL, agregó que “Nosotros somos responsable de un 5% y creo que lo hicimos bien, nos tocó enfrentar a un equipo muy duro con dos de los mejores jugadores de la liga y me alegra que nuestro plan dio el resultado esperado”.

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